Las letras de oro de Erich Gordon
Conversamos con Erich Gordon, un apasionado diseñador y amante del 3D sobres sus inicios, su modo de trabajo y el cómo nació la idea ganadora del LAD ORO de la categoría Tipografía en la 4ta entrega de los LAD AWARDS.
Cuéntanos un poco sobre tu trayectoria como diseñador.
Empecé diseñando en una publicación impresa de renombre en mi país, tuve la oportunidad en ese entonces de estudiar Comunicación Visual en paralelo, así me terminé de pulir y aprender todo lo que no te enseñan en la carrera en tiempo real. Después de graduarme sentí la necesidad de montar un estudio de diseño para hacer de mi profesión un trabajo más formal. En esta época como tenía muy pocos clientes daba clases de software como Illustrator, Photoshop, y After Effects para una academia de instrucción de software de diseño. También di uno que otro diplomado en el instituto donde me gradué, cursos in Company, etc. En el estudio trabajaba todo lo relacionado con diseño gráfico, hacia branding, web, animaciones, ilustraciones, empaques, etc. La mayoría clientes nacionales, muy pocos internacionales para ese entonces, había muchos proyectos tipo StartUps en todos lados. Después llegó el 3D y con él luz al final del túnel. Empecé a investigar, a estudiar, me metí a cursos on line, bajaba tutoriales, y siempre que me sobraba unas horas o en mi tiempo ocioso lo tomaba para eso. Las cosas empezaron a cambiar, decidí especializarme en la ilustración 3D y el motion, que son las dos cosas más importantes para mi.
¿Cómo definirías tu forma de tratar el diseño.
Mi proceso es un poco más tradicional y esquemático, sobre todo para mis proyectos personales:buscar referencias, hacer un Moodboard, hacer bocetos a mano, digitalizar y dar el acabado final. Pero a veces no pasa así con los clientes, sobre todo por los tiempos que manejan, la primera fase después que habló con un cliente es muy cerebral, caminando a casa, saliendo de la oficina, o en el metro siempre estoy acompañado de música, y empiezo a imaginarme como me gustaría que se viera el proyecto y cómo lo abordaría, que estilo darle, que colores etc. En ese proceso se me llena la cabeza de unas ideas buenas y otras malas, que casi siempre son los caminos más fáciles o más cliché, así que cuando me siento en la máquina lo primero que hago es vaciar toda esa basura cliché para hacer catarsis y así empieza para mi el propio proceso creativo, porque decido irme por los caminos más largos y oscuros, pero son los más gratificantes.
“Cuando me levanto a trabajar lo hago feliz porque no lo considero un trabajo”
¿Cómo se desarrolló el proceso creativo del proyecto?
Dibujando mucho, como no tenía mucha experticia con el software tenía como casi dos años usándolo de manera de hobby y sólo sabía hacer cosas básicas, empecé dibujando mucho formas geométricas, y realmente nada me convencía. Tampoco quería descubrir el agua tibia, era mas para mi, para empezar hacer proyectos en 3D para no quedarme sentado a que me llamara alguien para que le hiciera un proyecto en 3D para practicar, así que por pura diversión empecé a dibujar varias formas o vías de hacerla, desde un principio sabía que no quería unas letras básicas, uniformes, sólidas, quería algo bien complejo, que se leyera que era esa letra a varios metros de distancia pero al acercarte vieras todo lo que pasa dentro de ella y los elementos que la forman. Es una nota bien constructivista, es lo que más me gusta del 3D, cómo empiezas partiendo de elementos geométricos y termina en algo muy potente.
¿Qué otros caminos se recorrieron antes de decidir por la idea ganadora?
Tenía dos ideas, una que eran con formas líquidas tipo esculpidas a mano, pero no tenía mucho conocimiento de hacerlas en 3D en ese entonces, y la otra idea que eran formas geométricas, así que aposté por lo geométrico, siempre cuando dibujo o me sale algo muy orgánico o muy geométrico.
¿Cuál fue la parte más complicada del proceso?
Los más complicado fue sentarme después de trabajar todo el día a hacerlas, los fines de semanas trataba de adelantar lo más que podía pero también tengo familia, así que fue todo un tema, empecé con bocetos muy básicos con las primeras, ya de la cuarta en adelante creo yo, era tipo kamikaze de sentarme y hacerlas guiándome con la anterior, porque a pesar de ser libres creatívamente hablando, el tiempo de respuesta es bien corto, tienes que hacer una letra diaria, siempre empiezo con 6 u 8 ya listas pero es que el abecedario es larguísimo, y en el día a día las semanas no son iguales, puedes tener una semana ligera y la siguiente a todos se les ocurre llamarte para un proyecto y si vives de eso tienes que trabajar, ahí es donde se complica seguir llevando el ritmo.
¿Cómo definirías a la industria del diseño en tu país?
Antes era buena, te podías comprar una casa y tener tus comodidades, habían clientes queriendo hacer las cosas bien, pero después del cáncer de estos últimos 20 años que agarró Venezuela ya no hay agencias, porque no hay clientes, no hay competencia; la preocupación principal es conseguir los pocos productos que hay así que no hace falta hacer un comercial o una valla para vender algo porque hay necesidad y pero no marcas.
Ya en la última etapa antes de cerrar mi estudio se salió el último socio porque me decía que con diseño no se iba a poder comprar una casa ni cambiar el carro, yo lo comprendí y respeté su decisión pero yo, como no me veo haciendo otra cosa que no sea diseño, tuve que emigrar al tiempo por estos y otros temas de carencias en servicios básicos como luz e internet que cada vez hacen menos posible trabajar en diseño así tengas clientes fuera del país. No se si me pueda comprar una casa estando fuera de mi país, pero cuando me levanto a trabajar lo hago feliz porque no lo considero un trabajo.